Extraño mi bici

Ayer casi muero, o veo a alguien morir (cosa que no me hubiera entristecido tanto), y es por eso que decidí escribir en un blog.

Yo manejo rápido y en esta ciudad llena de gente poco hábil al volante, o francamente imbécil, manejar rápido o lento, puede llegar a ser muy riesgoso. En lo personal considero más riesgoso a los segundos, y tal fue el caso del día de ayer. Venía manejando en la noche por una vía rápida, cuando una mujer a la cual no encuentro insultos suficientes para describirla, quería dar vuelta desde el carril central, atravesando mi carril (cabe aclarar que era una vuelta prohibida), y yo estaba en su camino.

No sé que si fue mi pericia al volante o simplemente que no estoy listo para morir, pero logre salir avante de la situación, y lo que me llamo más la atención fue que en la fracción de segundo en la que ocurrió pude verla a los ojos, y estoy seguro que en mi no tan larga vida no he visto a nadie de una manera tan fea, vi que ella orillo su coche, no sé si para evacuar o porque eso quería hacer desde el principio pero si puedo estar seguro que ella tendrá pesadillas al respecto.

También quisiera agradecer a dos colegas trabajadores de la “oficina” Manolo y Antonio sin ellos este blog nunca hubiera pasado.